Lingotes de oro brillando bajo una luz cálida, simbolizando el precio del oro récord 4000, la pérdida de confianza en los bancos centrales y la búsqueda de refugio financiero.

Precio del oro récord: el metal supera los USD 4.000

El precio del oro alcanzó un récord histórico de USD 4.036 por onza, impulsado por la pérdida de fe en los bancos centrales y la búsqueda de refugio frente a la inflación y el endeudamiento global. El metal dorado, tradicional escudo contra la inestabilidad, se ha convertido en el termómetro de una era marcada por el escepticismo hacia las políticas monetarias expansivas.

Lingotes de oro brillando bajo una luz cálida, simbolizando el récord histórico del precio del oro por encima de los USD 4.000 y la pérdida de confianza mundial en los bancos centrales.

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Rally sin precedentes y señales de alerta

En lo que va de 2025, el oro ha subido más del 50 %, un salto que los analistas vinculan a las compras masivas de bancos centrales, el temor a recesiones y la expectativa de recortes de tasas en Estados Unidos y Europa. Bloomberg reportó que la tensión política en Washington, junto al cierre parcial del gobierno, añadió combustible al alza. El dólar, por su parte, perdió terreno frente a otras monedas, reforzando la demanda del metal.

El oro, símbolo del fin de la confianza fiduciaria

El Wall Street Journal describe esta tendencia como una señal de erosión de la fe en las monedas y las instituciones monetarias. La idea de que los bancos centrales puedan seguir financiando los déficits con expansión monetaria ha disparado la percepción de riesgo sistémico. Algunos analistas proyectan precios cercanos a USD 4.400 por onza en 2026, si continúa la debilidad del dólar y las tensiones fiscales.

En conclusión, el ascenso del oro por encima de los USD 4.000 no solo marca un récord histórico, sino que también simboliza un cambio profundo en la confianza global: los inversionistas ya no miran únicamente los rendimientos, sino la credibilidad del sistema monetario. En un mundo de deudas crecientes, tensiones políticas y bancos centrales presionados, el oro vuelve a ocupar su lugar ancestral como refugio último frente a la incertidumbre y como advertencia silenciosa de que la fe en el dinero fiduciario tiene límites.


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